Las compras por internet han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Los ciberdelincuentes son conscientes de ello y lo están aprovechando en su propio beneficio, principalmente, a través de la creación de webs falsas en las que ofrecen productos o servicios de interés para los usuarios con descuentos y ofertas llamativas o suplantando a empresas o servicios muy conocidos. En este contexto, una de las claves para minimizar el riesgo de ser víctima de fraude es validar la identidad del comercio online para determinar su autenticidad y confiabilidad, y evitar sustos innecesarios.
¿Cómo podemos verificar la autenticidad de un comercio online?
Existen ciertos elementos de los sitios web cuya evaluación y comprobación nos van a permitir averiguar si nos encontramos ante una página web confiable y auténtica:
La dirección de la página web o URL
Debe ser exacta. Esto, que parece una obviedad, es muy importante. Los ciberdelincuentes, para suplantar las webs oficiales, utilizan URL muy similares, con pequeños cambios que no se distinguen a simple vista, como añadir, quitar o sustituir algún carácter por otro similar y que así nos confiemos y pensemos que estamos en la web legítima.
Protocolos seguros y certificados digitales
La URL de la web debe comenzar por “https” en lugar de “http”. Esa “s” adicional indica que la información compartida viaja cifrada y que hay un certificado digital por detrás expedido por una entidad certificadora. De este modo, si un tercero interceptase la comunicación, los datos no serían legibles y la información intercambiada no quedaría expuesta. Pero, cuidado, aunque los protocolos y certificados son un indicador más de confianza, su presencia no garantiza la seguridad al 100%, dado que los certificados también pueden ser adquiridos o manipulados por ciberdelincuentes.
Información de la empresa
La página web debe proporcionar información legal de la empresa de manera clara y completa (denominación social de la empresa, CIF, información de contacto…). Esta información suele encontrarse en secciones como “Quienes Somos”, “Nosotros”, “Aviso legal” o similar. Si no se encuentra este tipo de información, si es confusa o incompleta (por ejemplo, solo facilita un formulario como datos de contacto), debemos desconfiar.
También podemos obtener información sobre el comercio y evaluar su reputación por medio de búsquedas en internet, ya sea por su nombre o URL, o mediante la revisión de las reseñas y valoraciones que hayan realizado otros usuarios en sitios de confianza.
Apariencia de la página web
Diseños no profesionales, la presencia de errores de redacción o elementos que no respecten la imagen de la marca (colores, tipografías, logotipos…) nos deben poner en alerta. Otros elementos que nos deberían hacer desconfiar son la aparición de ventanas emergentes que solicitan información personal, así como la presencia de publicidad e hipervínculos excesivos o que no tienen relación con el propósito del comercio.
Condiciones y términos legales
El sitio web debe especificar las condiciones de contratación, como condiciones de compra, plazo y gastos de envío, garantía, derecho de desistimiento, devoluciones, etc. Así como poseer una política de cookies que informe del uso de estas en la web y una política de privacidad que informe sobre el tratamiento de los datos personales del usuario (tipo de información que se recoge, almacenamiento, propósito de uso, responsable del tratamiento de datos…).
Métodos de pago
Debemos prestar atención a la modalidad de pagos que permite la web. Comprueba que ofrecen métodos seguros como plataformas de pago intermediarias (PayPal, Apple Pay, Google Pay…), tarjetas de crédito (especialmente si redirigen a la plataforma segura del banco para solicitar un segundo factor de autenticación) o tarjetas prepago. Y desconfía si solo ofrecen métodos como transferencias instantáneas o pagos con criptomonedas, que no ofrecen la misma protección o no permiten la cancelación de la transacción.
Sellos de confianza
Algunas webs cuentan con distintivos que indican que el sitio web ha sido evaluado y cumple con ciertos estándares de seguridad y confiabilidad, proporcionados por entidades certificadoras. Estos sellos pueden proporcionar una confianza adicional siempre que se verifique su legitimidad, clicando en el propio sello.
Y recuerda, ¡seguridad somos todos!
