El Banco de España confía en recuperar su reputación a través de su independencia

Hernández de Cos responde a la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera.
La crisis tuvo un "coste reputacional" para el Banco de España. Así lo ha reconocido el gobernador, Pablo Hernández de Cos, que cree que esto "era de esperar", pues todos los reguladores de países que sufrieron una recesión en los últimos diez años se han visto afectados. El gobernador confía en que su independencia ayude a la institución a recuperar su reputación previa a la gran recesión.
Hernández de Cos ha evitado referirse directamente a las conclusiones de la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el programa de asistencia y la quiebra de las cajas de ahorro, que achacaban al Banco de España la máxima responsabilidad de la crisis. Los grupos parlamentarios reprobaron su gestión durante la crisis, acusaron a la institución de fomentar las preferentes y apuntaron que su "única medida con cierto empaque" fue introducir las provisiones contracíclicas.



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El gobernador solamente ha reconocido que el Banco de España sufrió un "coste reputacional" tras la crisis, algo que "era de esperar", porque también ocurrió con los supervisores de otros países que pasaron por situaciones similares.

"Ningún regulador bancario de los países en los que el sector bancario ha sufrido una crisis en los últimos diez años ha salido completamente indemne", ha apuntado el gobernador durante un encuentro bancario organizado por IESE y EY. En todo caso, ha manifestado que el Banco de España está "concentrado" en recuperar la reputación que tenía antes de la crisis, algo que "solo se puede hacer del modo más independiente posible".

La comisión que el Congreso creó el año pasado para investigar las causas de la crisis financiera y los casos de Bankia y Popular, entre otras cuestiones, aprobó hace un par de semanas su informe final, en el que incluye sus conclusiones. En ellas, los grupos son especialmente incisivos con el Banco de España, al tiempo que evitan otorgar responsabilidad a los diferentes partidos políticos de la quiebra de las cajas de ahorro.