Esta semana se han sucedido noticias que han provocado varios desplomes bursátiles en las empresas de consumo estadounidenses, como Dick´s Sporting Goods, Macy´s, y Foot Locker. Todas han dibujado un futuro más débil de lo previsto, pero algunas han señalado también a los robos masivos como responsables de parte de su debilidad. ¿Qué está pasando en EEUU con los robos a las grandes superficies? Te lo contamos en este artículo.
Dick´s, la cadena minorista de artículos deportivos más importante del país, experimentó el 22 de agosto una caída del 24% de su cotización, lo que hundió en alrededor de 3.000 millones de dólares su capitalización. Algo similar le ocurrió a Macy's cuyas acciones de depreciaron un -14,05% el mismo día y a Foot Locker un día después, que se hundió un 28% en una sola sesión y tras presentar sus resultados y anular su dividendo.
Evolución de la cotización de Dick´s Sporting Goods, Macy´s y Foot Locker en el último año
Fuente: Investing.com
Los analistas coinciden en que esta evolución de las cotizaciones de las principales empresas minoristas está reflejando una contracción del consumo ya que la inflación está haciendo mella en los bolsillos de los norteamericanos, y todo ello a pesar de un mercado laboral boyante, casi en máximos históricos.
Pero independientemente del significado macroeconómico de las cotizaciones bursátiles hay algo que ha llamado mucho la atención cuando los responsables de algunas empresas han presentado resultados: estos se están viendo afectados por el robo masivo de productos que ejecutan bandas organizadas.
Robos a las grandes superficies de EE.UU.
Podríamos pensar que el robo en grandes superficies, y en pequeñas, es algo que ha ocurrido toda la vida y que los comercios cuentan con ello, entendiendo por “ello” el robo a pequeña escala de clientes con vocación cleptómana y, excepcionalmente, los robos con violencia. Sin embargo, lo que las grandes empresas minoristas de EEUU denuncian ahora es algo de otra escala.
Para ponernos en contexto: las empresas calculan que este año sufrirán robos del crimen organizado por un importe de 100.000 millones de dólares, algo así como si de repente desapareciese el 7% del PIB español. Solamente la empresa Target calcula que este año sufrirá robos por valor de 500 millones de dólares. Y si nos fijamos en cada cuanto tiempo se produce un robo, comprobamos que es cada 10 minutos.
A la vista de estas cifras es muy lógico que las grandes empresas de comercio minorista norteamericanas se hayan puesto de acuerdo en decir que el robo amenaza sus resultados y que incluso empresas de tamaño mediano o pequeño hayan desaparecido por esta causa.
Evolución mensual de los robos en comercios de Los Ángeles 2019-2023
Fuente: Investing.com
Al coste anterior, muy dañino para los resultados de las empresas, hay que añadir lo que cuesta prevenir e investigar esos crímenes. Un coste público. En muchos lugares de EE.UU. se han creado grupos policiales especializados en este tipo de delincuencia. Uno de ellos fue California que el año pasado se gastó 241,4 millones de dólares en este tema. En una sola operación la policía del Estado recuperó 50 millones de dólares de productos robados.
¿Qué ha provocado este aumento de robos en EE.UU.?
Las explicaciones apuntan a un conjunto de factores, pero se destacan dos.
- Uno sería una legislación demasiado permisiva con este tipo de delitos. De hecho el Senado de EE.UU. están estudiando un proyecto de ley para combatir los llamados robos a gran escala.
- Pero estos robos masivos no podrían materializarse si no existiese un mercado en el que revender lo robado. Antiguamente las mercancías robadas iban a parar a mercadillos o a delincuentes especializados en “blanquear” lo robado, lo que la Ley llama “receptadores”. Estos “destinos” siguen existiendo, pero a través de ellos es imposible dar salida a las cantidades de productos robados como las referidas. Ahora las ventas de lo robado se realizan a través de Internet, en conocidos portales y plataformas de venta online u otros mecanismos que tienen visibilidad para quien quiera comprar pero no tanto para la policía si quiere descubrir los lugares donde se guarda la mercancía.
Como el propio nombre indica, “crimen organizado”, lo que sí existe es una verdadera división de las tareas de los delincuentes. Se puede decir que, por un lado, están los que roban, transportan y almacenan las mercancías, y, por otro, los que las venden.
En todo caso, no siendo una práctica reciente, se ha observado un “empeoramiento exponencial” desde la pandemia de COVID, ya que los comercios relajaron las presencia de empleados en las tiendas. No obstante, la labor de los empleados en muchos casos no puede ir más allá de la mera vigilancia porque sus empresas les prohíben que intervengan en robos para no poner en riesgo sus vidas, cosa muy sensata, ya que muchas veces los robos se hacen con gran alarde de violencia, por esto son relativamente frecuente las escenas en las que clientes y empleados contemplan una escena de robo paralizados.
¿Qué productos roban?
Se puede decir que de todo: televisores, ordenadores, microondas, automóviles, productos de belleza, ropa en general y rompa interior de hombre muy en particular, menaje del hogar, bebidas, tabaco, …
¿Qué están haciendo los comercios?
Obviamente, incrementar sus medidas de seguridad, pero de una forma peculiar que, de extenderse, cambiará el panorama del comercio físico que hoy conocemos: se vacían estanterías, se ponen vitrinas, se amarran con cables o se guardan en cajas trasparentes los productos más codiciados, se multiplican las alarmas y los sistemas de seguridad, se retiran determinados productos o se colocan detrás de las cajas registradoras…
¿Quién paga los productos robados?
Como hemos visto al principio, los robos a gran escala puede dañar incluso los resultados de grandes empresas y, por supuesto de las pequeñas.
Al final, para recomponer los márgenes empresariales lo que se suele hacer es subir los precios, y así se “socializa” la pérdida entre los clientes. Y esto lo ha dicho el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon.