¿Alguna vez te has planteado cuánto podrías ahorrar con pequeños cambios en tu forma de conducir? Seguro que has escuchado hablar del término “conducción eficiente”, un modo de conducir que te permite un menor consumo de carburante al mismo que tiempo que contaminas menos el medioambiente. Se trata de reglas sencillas y que en muchos casos hemos oído decir a nuestros padres, pero que muchas veces olvidamos al llegar a la carretera.
Ventajas de una conducción eficiente
Según la Dirección General de Tráfico, estas serían las ventajas de una conducción eficiente:
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Ahorro económico de combustible: una conducción eficiente permite ahorrar en el consumo, especialmente al arrancar el coche o cuando utilizamos el acelerador.
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Reducción de contaminación urbana: al emitir menos gases contaminantes se evitan enfermedades como dificultades respiratorias, problemas oculares, enfermedades cardiovasculares y jaquecas, al mismo tiempo que se evita el calentamiento de la atmósfera.
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Mejora el confort de conducción y disminuye la tensión: el evitar frenazos bruscos y acelerones favorece la disminución de estados de estrés.
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Incremento de la seguridad vial: gracias a la menor tensión y a la anticipación de este tipo de conducción, se pueden reducir el riesgo y la gravedad de los accidentes.
10 consejos para una conducción eficiente
En base a esto, la DGT ha creado un decálogo con consejos prácticos para lograr una conducción eficiente:
1. Salga sin acelerar
No es necesario pisar el acelerador al arrancar, lo que hace es consumir carburante inútilmente. En los motores diesel, esperar unos segundos antes de iniciar la marcha de esta manera el aceite llegará en condiciones adecuadas a la zona de lubricación. En los gasolina en cambio la marcha debe iniciarse inmediatamente después de arrancar el motor
2. La 1ª, solo para salir
Utilice la primera para iniciar la marcha, sin abusar del acelerador. Ponga segunda marcha tras dos segundos o 5-6 metros recorridos.
3. Anticipe el cambio
Acelere de forma progresiva, sin pisar el pedal a fondo. En motores de gasolina, cambie entre las 1.500-2.500 revoluciones; en el diésel, entre las 1.300-2.000.
4. Marchas largas
Utilizar marchas largas a bajas revoluciones el mayor tiempo posible. Circular el mayor tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones pues el vehículo de esta manera consume menos.
5. Velocidad constante
Conducir a una velocidad lo más uniforme posible, sin acelerar ni frenar innecesariamente. Así el desperdicio de energía y combustible queda limitado.
6. Modere la velocidad
El aumento de la velocidad implica un aumento mucho mayor del consumo de combustible y hace que este se dispare.
7. Anticipación y previsión
Una buena anticipación y una distancia de seguridad adecuada harán que la conducción sea mucho más eficiente. Nos permitirá advertir con suficiente antelación los imprevistos que puedan surgir en la carretera y así adoptar medidas para evitar situaciones inminentes. Para esto tendremos que circular ampliando al máximo nuestro campo visual dentro de la vía. Guardar una distancia de seguridad suficiente, hará que no tengamos que utilizar los frenos y, por tanto, un menor uso de las aceleraciones posteriores a las frenadas
8. Use el freno motor
Buscar la fluidez en la circulación, evitando los frenazos. En el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantaremos el pie del acelerador intentando evitar la frenada brusca.
9. Pendientes
Si son descendientes debemos levantar el pie del acelerador sin reducir de marcha y dejar bajar al coche por su propia inercia, si la aceleración no se mantuviera aceleraríamos lo justo para conseguir la velocidad de crucero pretendida. Pero nunca bajar la pendiente con el coche en punto muerto pues además de incrementar el consumo y la contaminación resulta extremadamente peligroso. Si las pendientes fuesen ascendentes hay que procurar circular en la marcha más elevada posible aunque tengamos que pisar más el acelerador.
10. Y para reducir aún más el consumo...
Se puede recortar aún más el consumo de combustuble con una serie de precauciones:
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Evitar el exceso de carga
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Planificar la ruta
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Consultar el estado del tráfico
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Comprobar los neumáticos
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Vigilar el mantenimiento
- Calefacción, si es necesaria
- Subir las ventanillas
Otros consejos para ahorrar
Establece una ruta adecuada en coche
Antes de lanzarte a la carretera, te conviene observar todas y cada una de las rutas alternativas que pudieran existir (Google Maps y Guía Repsol son los recursos más populares). La orografía del terreno (si atraviesa puertos de montaña) y el pago de peajes pueden elevar innecesariamente el precio del viaje. Si tu objetivo no es otro diferente al de llegar a un punto exacto, seleccionar la ruta más directa es lo primordial. Si tu motivación consiste en perderte por carreteras secundarias y observar paisajes únicos, la planificación debe ser distinta, pero, igualmente, debe existir.
Tarjetas de fidelización
Antes de lanzarte a la carretera, te conviene observar todas y cada una de las rutas alternativas que pudieran existir (Google Maps y Guía Repsol son los recursos más populares). La orografía del terreno (si atraviesa puertos de montaña) y el pago de peajes pueden elevar innecesariamente el precio del viaje. Si tu objetivo no es otro diferente al de llegar a un punto exacto, seleccionar la ruta más directa es lo primordial. Si tu motivación consiste en perderte por carreteras secundarias y observar paisajes únicos, la planificación debe ser distinta, pero, igualmente, debe existir.