Uno de los temas más importantes que quedó pendiente en la anterior legislatura fue la tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que tiene como objetivo la descarbonización de la economía española para 2050 cumpliendo así los compromisos adquiridos frente a la UE y en el Acuerdo de París.
Fuente:Red Eléctrica de España
La transición ecológica sería el camino que hay que recorrer para lograr ese objetivo y tiene fechas muy concretas:
- Para 2030 la meta es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 20% con respecto a 1990, generar el 70% de la electricidad con renovables, asegurar que al menos el 35% del consumo final de energía proviene de renovables, y mejorar la eficiencia energética en al menos un 35%.
- En 2050 las emisiones de gases deberán reducirse al menos un 90% con respecto a 1990 y el sistema eléctrico deberá ser ya 100% renovable.
Uno de los pilares más importantes, no el único, de la transición ecológica son las energías renovables. El Proyecto de Ley prevé que se instalen 3.000 megavatios anualmente hasta llegar a los 37.000 instalados (actualmente hay 5.000). De acuerdo con las valoraciones de algunos analistas “este aumento de la generación renovable irá acompañado con procesos como la electrificación de la demanda (que aumentará la necesidad de energía eléctrica), la ampliación de las interconexiones eléctricas con otros países y el aumento del almacenamiento de energía, que permitirán aprovechar toda esa generación”.
Como se puede ver en el gráfico el coste del vatio en las células solares de silicio se ha abaratado un 94% desde 2008, y la senda bajista continúa.
España es el país europeo donde cuesta menos la generación de energía solar (28 euros MWh) y el precio esperado del mercado del MWh para 2019 es de 51 euros.
Esta diferencia entre coste y precio de mercado pone en evidencia las posibilidades competitivas de la fotovoltaica y, por tanto, su enorme viabilidad económica.
La implantación de la energía solar no solo dependerá de las grandes compañías de suministro eléctrico. Las empresas ajenas al sector eléctrico y los particulares que se decantan por el autoconsumo son cada vez más numerosas. En el caso de algunas grandes empresas se prevén importantes inversiones para autoabastecerse de energía.
Si las bases económicas y tecnológicas para la expansión de la energía fotovoltaica ya están sentadas su propio desarrollo inducirá los progresos necesarios en la nueva distribución y almacenamiento de energía.
El problema de la distribución es especialmente importante en el caso del transporte porque en nuestro país es el responsable de más del 26% de las emisiones causantes del cambio climático y de otros gases que perjudican la salud.
En 2040, los coches nuevos no emitirán CO2. La industria del automóvil ya se está preparando para ese momento en el que las gasolineras serán una antigualla extraña en el paisaje.
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