¿Qué está pasando con el precio del gas natural? Los precios del gas suben en más de un 400% en el último año y muchos consumidores se preocupan por cómo va a afectar esto a su factura. En este artículo vamos a analizar la evolución reciente, cómo va a afectar a las facturas del gas de los hogares y analizar los motivos de esta subida.
Subida del precio del gas en los últimos 12 meses
Si tomamos los datos de futuros de gas TTF holandeses, de referencia en Europa, el precio del gas ha pasado de costar 13,362 euros por megavatio/hora el 30 de septiembre de 2020 pasado a 78,565 euros el día 29 de septiembre, es decir, el precio del gas natural se ha multiplicado casi por seis.
En el siguiente gráfico de EPData puede verse la evolución del precio del gas en 2020 y 2021:
¿Cómo afecta la subida del precio del gas en las facturas del gas de los hogares?
Es importante destacar que el hecho de que suba el gas tanto no significa que la factura vaya a subir en la misma proporción. De hecho, según ha publicado el Gobierno en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Gobierno ha limitado el impacto de la subida del precio del gas en la Tarifa de Último Recurso (TUR), de modo que la factura anual, incluyendo los impuestos, solo crecerá una media del 4,34%, frente al 35% previsto. En esta noticia puedes ver más detalles: comunicado del Gobierno sobre la subida del gas para hogares y pymes.
La subida del precio del gas no solo afecta a las facturas del gas, también al precio de la electricidad. Así, entre diciembre de 2020 y junio de 2021, el precio del gas el que más incidencia ha tenido en el precio de la luz, siendo el motivo que justifica más del 50% de la subida de los precios de la electricidad. Esto es normal si tenemos en cuenta que, de acuerdo con los datos de Red Eléctrica, el gas ha supuesto el 24,7% de la electricidad producida en 2021.
¿Por qué está subiendo el precio del gas?
- Durante los momentos en los que los confinamientos fueron más intensos la actividad económica de casi todos los países cayó en picado, y con ella el consumo de energía. Esto provocó una caída de los precios y el cierre de muchas fuentes gasísticas por falta de demanda y rentabilidad (esto ocurrió principalmente con el gas de esquisto norteamericano). Esas fuentes no se han reabierto tan rápidamente cuando la actividad se recuperó. La consecuencia: una demanda superior a la oferta que ha estado en la base de la escalada de precios.
- La subida del precio del gas no se ha producido por un efecto “rebote”, un salto desde precios extremadamente bajos a otros “normales”. Si tenemos en cuenta, por ejemplo, el precio del gas el 30 de septiembre de 2019, antes de la pandemia, era de 17,863 euros por megavatio/hora, ahora, repetimos, estamos hablando de 78,565 euros. Entonces habrá que buscar más causas.
Analizamos los movimientos de los principales productores de gas:
- El descenso de las reservas de gas provocado en gran medida por el frio del invierno (Filomena y otros fenómenos). Este descenso de las reservas que se tenían acumuladas ha provocado un aumento adicional de la demanda. (Las reservas de gas en Europa están por debajo de sus niveles habituales).
- El fuerte aumento de la demanda de Asia, especialmente de China, Japón y Corea, supone una competencia con Europa. Los países asiáticos recurren a barcos metaneros porque no tienen suficientes depósitos, y están comprando todas las cargas. Esta competencia por provisionarse seguirá jugando un papel importante en el futuro.
- La llamada “prima de invierno”, que hace referencia a la necesidad de muchos países de estar abastecidos para hacer frente al frío.
- La reducción en el verano de la oferta rusa, de la que depende Europa central. Algunos analistas piensan que este suministro podría aumentar, o por lo menos normalizarse, si en diciembre se pone en funcionamiento el gaseoducto NordStream 2 que va directamente desde Rusia a Alemania. Si esto fuese así podrían bajar los precios, algo que muchos no creen.
- También Noruega, el otro gran proveedor de Europa, redujo su oferta.
- De gran importancia para España a este respecto son las tensiones avivadas recientemente entre Argelia y Marruecos. Argelia ha sido y sigue siendo el principal proveedor del gas de España (hasta la mitad del año del 50%). Este gas llega a nuestro país a través del gaseoducto MEDGAZ (con capacidad para transportar anualmente unos 10.000 millones de metros cúbicos) que une Beni Saf con Almería.
- Pero otra parte llega a través del gasoducto Magreb-Europa (8.700 millones de metros cúbicos) que atraviesa territorio marroquí. Las autoridades argelinas podrían dejar de usar esta vía a partir de octubre, cuando venza el acuerdo actual. Si esta posibilidad se consuma España tendría que buscar otros proveedores probablemente a precios más altos.
