España ha caído seis puestos hasta situarse en la posición 38ª de un total de 44 economías analizadas en el Índice Global de Jubilación (Global Retirement Index) un índice multidimensional desarrollado por Natixis Investment Managers y CoreData Research para examinar los factores que impulsan la seguridad de la jubilación y proporcionar una herramienta de comparación de las mejores prácticas en materia de política de jubilación. Grecia es el único país europeo que está peor. Encabezan el ranking (top 5), Noruega, Suiza, Islandia, Irlanda y Australia.
El Global Retirement Index valora aspectos esenciales para el bienestar durante la jubilación como: los medios materiales para vivir holgadamente; el acceso a servicios financieros de calidad para poder conservar el valor de los ahorros; acceso a servicios sanitarios de calidad, y un entorno limpio y seguro donde vivir.
España ha bajado desde el puesto 26º en el que se situó en 2012 (primer año del índice) hasta el puesto 38º, lo que supone un descenso de 12 puestos en 10 años. Los principales indicadores que explican esta caída son el deterioro de las cifras de empleo y precariedad, la subida de los tipos de interés y la inflación, la excesiva concentración de la población en la tercera edad, y el endeudamiento público. Sin embargo, España sale bien posicionada en salud y en calidad de vida, y es el cuarto país del mundo con mayor esperanza de vida.
Riesgos para una buena jubilación
“Los riesgos para la seguridad de la jubilación en el mundo estaban claros cuando publicamos por primera vez publicamos el Índice Global de Jubilación de Natixis en 2012: el envejecimiento envejecimiento de la población, el déficit de financiación de las pensiones y un entorno económico incierto. Esos problemas centrales siguen siendo los mismos diez años después, pero tras una década de creciente presión, presentan algunos nuevos riesgos en 2022”, señala el informe.
Nuevos riesgos
Los 10 principales errores de planificación de la jubilación
- Infravaloración del impacto de la inflación (49%).
- Sobrestimar los ingresos de las inversiones (42%).
- Establecer expectativas de rentabilidad poco realistas (40%).
- Subestimar el tiempo de vida (46%).
- Ser demasiado conservador en las inversiones (41%).
- Olvidar los costes sanitarios (39%).
- Depender demasiado de las prestaciones públicas (33%).
- Ser demasiado agresivo en las inversiones (21%).
- No entender las fuentes de ingresos (35%).
- Subestimar los costes inmobiliarios (23%).
Fuente: Natixis Investment Managers, Global Survey of Financial Professionals.