Para los jóvenes es muy difícil comprar un piso debido a los altos precios de la vivienda y a las condiciones de los primeros años de vida laboral. Por eso, los padres que pueden deciden ayudar a sus hijos mediante la donación de una vivienda, o proporcionándoles una parte de la inversión que necesiten para adquirir la vivienda. ¿Qué diferencias habría a nivel fiscal entre ambas opciones?
Impuesto de donaciones entre padres e hijos
El impuesto de donaciones es distinto en función de la comunidad autónoma. Asi, en muchas comunidades el impuesto de donaciones, cuando estas son entre familiares directos (y no supera determinadas cuantías) es casi simbólico y basta con declararla dentro de un plazo determinado (normalmente un mes) para que fiscalmente el asunto quede resuelto.
Diferencia entre donar dinero o una vivienda: plusvalía municipal
Hay una diferencia importante entre ambos casos: si la donación es de un piso de los padres, además del impuesto de donaciones, habrá que liquidar el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, la famosa plusvalía.
Este impuesto lo gestionan los ayuntamientos y, en el caso de las donaciones, supone una obligación para la persona que recibe el piso, que tendrá que pagarlo en los siguientes 30 días hábiles desde que se realiza la donación. El importe de la plusvalía municipal se puede conocer mediante la oportuna consulta en el ayuntamiento donde esté situado en inmueble.
A la hora de liquidar la plusvalía municipal hay que tener en cuenta que el Tribunal Constitucional dictó una sentencia en la que esencialmente establecía que si una vivienda, o cualquier tipo de inmueble, se transmitía por un precio menor al que había sido adquirido por causas imputables al mercado, no se devengaba impuesto de plusvalía municipal.
Donación en vida y herencias
Cuando se hace la donación de una vivienda a un hijo hay que tener en cuenta otra cuestión muy importante: que los otros hijos del donante no queden perjudicados porque rigen las normas de la herencia que establecen que por lo menos un tercio de la misma sea repartido a partes iguales entre los herederos forzosos (hijos).
Donación con usufructo de la vivienda
Una forma habitual de las donaciones entre padres e hijos es que los padres se reserven el usufructo vitalicio de la vivienda que donan. Esto significa que los padres podrán disfrutar de la vivienda directamente o a través de un arrendamiento cuyas rentas serían de ellos. Al ser vitalicio este derecho dura mientras vivan los padres.
¿Por qué utilizar esta fórmula? Por dos motivos, uno para dejar la herencia de los padres ordenada en vida, y el otro, para aprovechar la fiscalidad muy favorable de la que hoy disponen, en general, las donaciones.
