En su informe mensual, Bankinter Gestión de Activos comparte su análisis sobre la situación económica de China, así como el análisis de las medidas internas y el impacto de las nuevas tensiones comerciales, que compartimos a continuación.
Estado de la Economía China: Desafíos y Oportunidades
En octubre de 2024, China implementó una serie de medidas para revitalizar su mercado bursátil y estimular la economía. Estas acciones incluyeron la flexibilización de la política monetaria, reducciones en los coeficientes bancarios, apoyo al sector inmobiliario y la inyección de fondos públicos en la bolsa de valores, lo cual impulsó un repunte significativo en el índice CSI 300, recuperando las pérdidas acumuladas en el año.
Sin embargo, a pesar del optimismo inicial, algunos análisis sugieren que estas medidas podrían no ser suficientes para una recuperación sostenida de su PIB hasta alcanzar tasas de crecimiento del 5%. Se señala la posible necesidad de estímulos fiscales adicionales, estimados en aproximadamente 260.000 millones de euros, para abordar desafíos estructurales, como la crisis en el sector inmobiliario y la disminución del consumo.
Medidas de Estímulo en China
En respuesta a la desaceleración económica y a diversos desafíos estructurales, el gobierno chino ha implementado una serie de medidas de estímulo económico en 2024. Entre las principales acciones destacan:
Política Monetaria Expansiva
El Banco Popular de China ha reducido las tasas de interés y los coeficientes de reserva obligatoria para los bancos, con el objetivo de aumentar la liquidez y facilitar el acceso al crédito para empresas y consumidores.
Apoyo al Sector Inmobiliario
Se han implementado medidas para revitalizar el mercado inmobiliario y posibilitar la terminación de las viviendas empezadas y la venta de las mismas, incluyendo la flexibilización de restricciones para la compra de viviendas y el apoyo financiero a desarrolladores inmobiliarios en dificultades.
Incremento del Gasto Público
El gobierno ha aumentado la inversión en infraestructura y proyectos públicos para estimular la demanda interna y generar empleo. Esto incluye la emisión de bonos especiales por un valor de 1,3 billones de euros destinados a financiar proyectos locales y reestructurar deudas de gobiernos locales.
Incentivos al Consumo Interno
Se han implementado subsidios y programas de apoyo para fomentar el consumo interno, especialmente en sectores como el automotriz y el tecnológico, con el fin de impulsar la demanda doméstica
Reformas Fiscales
Se han introducido reducciones de impuestos y exenciones fiscales para pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de aliviar cargas financieras y promover la actividad empresarial.
Apoyo al Sector Financiero
Se han inyectado capitales en bancos estatales y se han implementado medidas para mejorar la estabilidad financiera, facilitando el flujo de crédito hacia sectores clave de la economía.
Perspectivas de la Economía China ante el Escenario Global y los Desafíos de una nueva política comercial
Las perspectivas para la economía china en 2024-2025 reflejan un crecimiento moderado que parece insuficiente para alcanzar su objetivo del 5%. En el ámbito interno, el gobierno chino ha implementado políticas fiscales y monetarias expansivas, priorizando la estabilización del sector inmobiliario y la reducción de la deuda de los gobiernos locales. No obstante, la economía enfrenta desafíos estructurales de largo plazo, como el envejecimiento de la población, la reducción de la fuerza laboral y un consumo interno limitado, factores que frenan el potencial de crecimiento.
Externamente, la economía se enfrenta a un contexto incierto ante la presidencia de Trump en Estados Unidos, lo cual podría intensificar las tensiones comerciales. Un aumento de los aranceles al 60% sobre las importaciones chinas sería un riesgo considerable para las exportaciones y la confianza empresarial, impactando negativamente el PIB. Para mitigar este escenario, China busca diversificar sus exportaciones hacia otros mercados y aplicar políticas contra cíclicas, aunque estas podrían no ser suficientes para compensar completamente los efectos negativos.
En cuanto a los precios, se espera que las presiones deflacionarias persistan, sobre todo si la demanda interna sigue débil, con un crecimiento nominal del PIB proyectado en 3.8% para 2025. En conjunto, las perspectivas de China combinan esfuerzos de estímulo con limitaciones estructurales, en un equilibrio que dependerá de la evolución de las tensiones comerciales y la capacidad del país para adaptar sus políticas.