En su informe mensual, Bankinter Gestión de Activos comparte su análisis sobre la situación económica actual de Alemania, que compartimos a continuación.
Retos y oportunidades de la economía alemana
Alemania, como la mayor economía de Europa y la cuarta a nivel mundial, juega un papel crucial en la estabilidad y el crecimiento económico global. Sin embargo, en los últimos años, ha enfrentado diversos desafíos que han ralentizado su crecimiento económico.
Entre los factores que han contribuido a esta desaceleración se encuentran problemas estructurales internos, como una fuerte dependencia de las exportaciones, y factores externos, como las interrupciones en las cadenas de suministro globales, la volatilidad en los precios de la energía y las tensiones geopolíticas, en particular la guerra en Ucrania.
A nivel doméstico, los altos costes energéticos, una lenta transición hacia las energías renovables y la presión inflacionaria han debilitado el consumo interno y afectado la competitividad industrial del país.
Este informe examina detalladamente la situación económica actual de Alemania, abordando los factores que han contribuido al estancamiento económico, la estructura sectorial del PIB, el impacto de la crisis energética, el déficit y nivel de deuda, las perspectivas de crecimiento futuro, destacando también la importancia de las políticas fiscales y energéticas para una recuperación económica sostenida.
Factores clave del estancamiento económico Alemán:
Tras la pandemia de COVID-19, la economía alemana experimentó una contracción significativa. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania disminuyó un 0,3% respecto al año anterior, reflejando una desaceleración en la actividad económica debido a múltiples factores internos y externos.
-
Inventarios: El nivel de inventarios en Alemania ha mostrado un incremento, especialmente en el sector manufacturero. Este aumento sugiere una menor rotación de stock, resultado de la incertidumbre económica y la disminución de la demanda global. En el sector automotriz, la escasez de semiconductores ha llevado a una acumulación de inventarios no vendidos, afectando la producción y las exportaciones.
-
Ahorro: Durante la pandemia, la tasa de ahorro de los hogares alemanes se incrementó significativamente, alcanzando un 16% en 2021, en comparación con el 10% registrado en años previos. Este aumento ha limitado el consumo interno, ya que tanto consumidores como empresas han preferido mantener reservas financieras en lugar de gastar o invertir.
-
Crecimiento de Salarios: En 2023, los salarios reales en Alemania crecieron un 1,5%, pero la inflación del 6% erosionó el poder adquisitivo de los trabajadores, resultando en un consumo interno débil que afecta al crecimiento económico.
Transformaciones en la Estructura Productiva Alemana
Sector Manufacturero: El sector manufacturero sigue siendo una columna vertebral de la economía alemana, contribuyendo aproximadamente al 22% del PIB en 2023. Abarca industrias clave como la automotriz, la maquinaria, productos químicos y electrónicos, con Alemania reconocida por su alta eficiencia en la fabricación de automóviles y maquinaria industrial.
Sector Servicios: El sector servicios ha experimentado un crecimiento sustancial, representando más del 69% del PIB. Incluye finanzas, seguros, turismo, comercio minorista y servicios empresariales, reflejando la terciarización de la economía global.
Comparación y Tendencias: Aunque el sector servicios ha aumentado su participación en el PIB, el sector manufacturero enfrenta desafíos como la alta dependencia de las exportaciones y los altos costes energéticos. La digitalización y la innovación en manufactura son claves para mantener la competitividad global. Mientras tanto, el sector servicios, aunque más resiliente, también se enfrenta a retos derivados de la digitalización y la automatización.
Se espera que ambos sectores evolucionen, con el sector manufacturero centrando sus esfuerzos en la sostenibilidad y digitalización, y el sector servicios, ampliando su base en tecnologías avanzadas y servicios de alto valor añadido.
Desafíos y oportunidades futuras de Alemania
Sistema energético tras la sustitución del gas ruso
Antes de 2022, Alemania dependía en un 55% de las importaciones de gas ruso, reduciéndose al 26% en junio de 2022.
Medidas Adoptadas: Alemania ha diversificado sus fuentes de energía, importando GNL desde Noruega, Qatar y Canadá. Además, ha arrendado unidades flotantes de regasificación de gas (FSRU) y está construyendo terminales fijas en Wilhelmshaven y Brunsbüttel.
Transición a Energías Renovables: Aunque las energías renovables representaron el 52% del mix energético en 2023, la infraestructura aún no es suficiente para satisfacer la demanda industrial. Los retrasos burocráticos han obstaculizado proyectos clave como las líneas de alta tensión para transportar energía eólica.
Costes Energéticos: El coste de la energía ha aumentado debido a la diversificación de fuentes y las inversiones en infraestructura. El impuesto al gas añadido en 2022 ha incrementado los costes, exacerbando la presión sobre la producción industrial.
A corto plazo, el coste elevado de la energía seguirá afectando la competitividad. A largo plazo, la expansión de las energías renovables y la posible extensión de la vida útil de las plantas nucleares contribuirán a estabilizar el suministro energético y reducir la dependencia externa.
Política fiscal de Alemania
Déficit Fiscal: En 2023, el déficit fiscal fue del 2,5% del PIB, influenciado por los paquetes de estímulo económico y las medidas de apoyo energético. Se proyecta una reducción al 1,6% en 2024 y al 1,2% en 2025, gracias a la consolidación fiscal.
Nivel de Deuda Pública: La deuda pública alcanzó el 63,6% del PIB en 2023, incrementándose desde los niveles prepandémicos debido a gastos extraordinarios y las inversiones energéticas.
El "freno de deuda" (Schuldenbremse) reactivado en 2024 restringe el déficit fiscal y limita el crecimiento del gasto público, garantizando la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
La industria Automovilística Alemana
La industria automovilística representa aproximadamente el 5% del PIB alemán y emplea a más de 800.000 personas, siendo uno de los pilares fundamentales de la economía del país. Sin embargo, el sector está enfrentando importantes desafíos debido a la transición hacia los vehículos eléctricos, la competencia de los fabricantes chinos y las tensiones comerciales.
En 2023, los vehículos eléctricos representaron el 17,7% de las ventas de automóviles en Alemania, y se estima que los fabricantes tendrán que invertir más de 70.000 millones de euros en la próxima década para adaptarse a esta transformación. No obstante, esta transición podría resultar en la pérdida de hasta 100.000 empleos, debido a que la producción de coches eléctricos requiere menos mano de obra.
Por otro lado, los coches eléctricos chinos han ganado un 8% del mercado europeo, destacando por sus precios más competitivos, que rondan los 30.000 euros, frente a los 50.000 euros de los coches alemanes. En respuesta, la Unión Europea está evaluando la posibilidad de imponer tarifas del 10%-20% a los vehículos chinos, aunque esto podría provocar represalias que afecten las exportaciones alemanas, especialmente a China, un mercado que representa más del 30% de las exportaciones de automóviles alemanes.
La producción automovilística en Alemania ha disminuido considerablemente, pasando de 5,7 millones de unidades en 2016 a 3,4 millones en 2022. Este descenso ha afectado tanto a las exportaciones, que representan el 15% de las exportaciones totales del país, como a las ventas internas, que cayeron un 9% en 2022. Se estima que los problemas del sector podrían reducir el crecimiento del PIB alemán en un 0,5%.
Claves para la Recuperación Sostenida de Alemania
Para lograr un crecimiento económico sostenido, Alemania debe centrarse en la estabilización de los precios energéticos, la recuperación de la demanda global y el fortalecimiento de la innovación y digitalización. La estabilización de los costes energéticos es crucial para mejorar la competitividad industrial del país, y el informe Draghi propone una política energética europea coordinada y un fondo común para energías renovables que ayudarían a reducir estos costes y asegurar un suministro estable.
Además, la recuperación de la demanda global, en mercados estratégicos como China y Estados Unidos, es esencial para impulsar las exportaciones alemanas, históricamente un motor clave del crecimiento del país. Fortalecer el mercado interno europeo y mejorar las relaciones comerciales con estas potencias, como sugiere el informe Draghi, ofrecería a Alemania un colchón de estabilidad ante fluctuaciones globales, permitiéndole mantener su posición como líder exportador.
La inversión en tecnología avanzada y digitalización permitirá a Alemania mejorar su eficiencia productiva y reducir su dependencia de exportaciones de bajo valor añadido, alineándose con las recomendaciones del informe Draghi. En conjunto, estas estrategias contribuirían a una leve recuperación del PIB, del 0,8% en 2025, después de una contracción proyectada del 0,1% en 2024. Se espera que, hacia mediados de 2025, estas políticas impulsen un crecimiento del 1,0%, posicionando a Alemania en un camino de crecimiento estable y sostenible.