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Preguntas frecuentes inversión

¿Qué tipo de depósitos existen? 

Dentro del mundo de los depósitos, existe una amplia oferta a elegir en función del capital que queramos invertir, el tiempo que podremos prescindir de él o el objetivo al que lo querremos destinar más adelante.

Este tipo de productos se caracterizan por ser, en general, sencillos y seguros.

Al igual que las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro, los depósitos se encuentran avalados bajo el Fondo de Garantía de Depósitos, lo que asegura recuperar hasta 100.000 euros por titular en caso de quiebra de la entidad bancaria.

Dentro de los depósitos bancarios, podemos encontrar:

Depósitos a la vista o cuentas corrientes:

Se trata del depósito más flexible ya que permite retirar una parte o el total del dinero depositado cuando el cliente lo desee sin ninguna penalización.

Adicionalmente, ofrecen algunos beneficios como puede ser la devolución de un pequeño porcentaje por los recibos domiciliados. La desventaja de este tipo de depósitos es que la rentabilidad no es muy elevada.

Depósitos a plazo:

La principal característica de estos depósitos es que nuestro dinero permanecerá en el depósito durante un periodo de tiempo determinado por un contrato. A cambio, el banco en función del tipo del interés pactado nos dará una rentabilidad cuando este finalice.

Existe la posibilidad de cancelar de manera anticipada el depósito y recuperar el dinero antes de tiempo, pero es posible tener que pagar una penalización por la cancelación anticipada.

Depósitos a interés variable:

El interés de este tipo de depósitos va referenciado en función del índice que tome como referencia. La ventaja, es que no se pierde el dinero depositado, pero tampoco se conoce si a la hora de recuperar el dinero depositado se obtendrá algún tipo de rendimiento.

Depósitos en divisas:

Estos depósitos funcionan igual que los depósitos a plazo fijo o interés variable, pero su diferencia es que se opera en una divisa diferente al euro como puede ser el dólar americano, la libra esterlina o el yen japonés.

En este caso, la rentabilidad irá en función del índice de referencia de la divisa en cuestión y variará en función de las oscilaciones que sufran los tipos de interés de las divisas.

Depósitos estructurados:

Se tratan de un tipo de depósitos más complejos debido a su funcionamiento. Su rentabilidad va en función de la evolución de un índice o del valor de un grupo de acciones. Por tanto, en el momento de contratar el depósito no conoceremos su rentabilidad final, sino que es necesario observar su evolución.

Los depósitos estructurados no se deben confundir con los bonos estructurados, ya que estos últimos no gozan de la protección del Fondo de Garantía de Depósitos.

Los depósitos bancarios son una buena forma de rentabilizar nuestros ahorros en función del tipo de perfil y necesidades de cada uno.

En Bankinter tenemos una amplia gama de depósitos para ahorrar con seguridad.

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